Título original: Meenakshi Sundareshwar
Vivek Soni, 2021
Vi la película “el amor es un templo” y por nuestra protagonista, me quedé pensando en que especialmente las mujeres, nos enamoramos del chico/a, pero también nos enamoramos de la idea de estar juntos, nos enamoramos de todas las experiencias que esperamos compartir con esa persona y cómo se sentirían, como… las sonrisas y el coqueteo, bailar juntos, caminar de su mano, los besos, las conversaciones compartidas, la seducción, el camino de descubrimiento hacia la intimidad, las caricias, y mucho más, tantos escenarios como nuestra imaginación nos permita, y tenemos muy buena imaginación, y como está científicamente comprobado que el órgano sexual más poderoso es el cerebro… ya te puedes hacer una idea.
Y es que tendemos a ser más soñadoras, más románticas, a disfrutar más los momentos, primero al imaginarlos tan vívidos y después al experimentarlos y dejarnos sorprender cuando sobrepasan nuestra imaginación, además saboreamos esos momentos infinidad de veces, como aquella escena de <amanecer parte I> con Bella frente al espejo después de la noche de bodas, reviviendo y sintiendo cada momento de esa noche tan inolvidable.
Puede que a causa de sentir tanto y querer sentir aún más, tendemos a idealizar a las parejas, las relaciones y no logramos ser del todo objetivas, considero que es hermoso y un privilegio poder ser tan sensibles y querer ser conscientes de cada paso, pero también es importante proteger nuestro corazón, de modo que si resulta que esa persona no es todo lo que pensamos y no nos conectamos de la forma en queremos y necesitamos, soltemos y avancemos, sin querer engañarnos con aquellas frases “es así porque no le ha ido bien en otras relaciones”, “sé que puedo cambiarle”, “tengo amor para los dos”, “seré paciente y reconocerá que soy la mujer de su vida”, no, aunque duela dejar ir a la persona, la ilusión, lo mejor siempre es no estar donde no nos quieren, no continuar eligiendo a quienes no nos eligen.
Que elegirnos a nosotras siempre sea nuestra prioridad, ya coincidiremos con ese amor y construiremos una relación en la que cada uno aporta y se compromete.
Con amor y pecas,
Sheyla.
