Elísabet Benavent
(2020)
Es un buen interrogante, ¿no creen?
Confianza.
Entre las definiciones de la RAE, confianza significa esperanza firme que se tiene de alguien o algo.
La confianza, respecto a una relación amorosa, puede significar posibilidad de tolerar la incertidumbre desde la firme creencia en la buena voluntad, respeto y sinceridad de otra persona.
Decimos que la confianza se gana, que se construye, y es cierto, pero también puede sentirse de otra forma como lo comentaban en el podcast se regalan dudas, “…yo te entrego mi confianza por mi salud mental, por mi tranquilidad…”. Creo que tiene sentido, además, de una u otra forma, conscientes o inconscientes le entregamos nuestra confianza a nuestras parejas desde el primer momento, porque de lo contrario, ¿Cómo podríamos comenzar una relación? ¿Cómo podríamos querer en libertad?
Elegimos confiar para permitirnos vivir en calma y sentir sin barreras, porque de no ser así, nos obsesionaríamos con investigar el trasfondo de cada palabra, de cada gesto, de cada expresión de nuestra pareja, volviendo la relación en una constante prueba de seguridad; elegimos confiar en esa persona y esperamos que la convivencia nos revele si esa confianza es recíproca y merecida.
De ahí que cuando esa confianza se rompe, resulta tan difícil restaurarla, aunque no imposible, pero para ello se requerirá de un trabajo en equipo, donde la parte lastimada perdone de corazón y la parte actora, se comprometa y actúe en consecuencia.
Qué afortunados somos, cuando esa confianza se da y se recibe con respeto, con intención, y de ese modo se protege, se exterioriza, se comparte y se multiplica, aún cuando en ocasiones se tambalee, pero con la firme convicción de mantenerla, de reconstruirla, de valorarla.
Y para finalizar, un interrogante…
¿Qué tan conscientes estamos siendo de la confianza que damos y recibimos?
🧡 Con amor y pecas,
Sheyla.