Después de este tiempo de reflexión, seguro que muchos han decidido terminar aquellas relaciones en las que no se estaban sintiendo bien.
Pero hay una cosa frente al momento en que ponemos fin a algo, y es la forma cómo lo afrontamos.
Sabemos que es un proceso en el que cada parte le hace frente al duelo como mejor puede, pero en ese transitar por el dolor que claramente conlleva finalizar una relación que fue importante para nosotros, olvidamos precisamente eso, que fue importante para nosotros.✨
A veces, nos dejamos llevar por el dolor y demás sentimientos experimentados en el calor del momento, que en un ataque de ira o por el impulso de alejarnos de todo lo que esa persona ha significado para nosotros optamos por devolverle cualquier detalle que conservemos, pero no pensamos en lo que ese acto de devolución puede significar para la otra persona.
Regalar es un arte, dejamos un poco de nosotros en cada detalle, pensamos en la otra persona, obsequiamos con intención, con amor y aún más cuando es para nuestra pareja, de modo que regresarlo es como si desconocieras todo lo anterior o lo pusieras en tela de juicio, como el amor con el que pensó en ti para elegirlo, el amor con el que te lo entregó, su amor en general.
Más allá del por qué se terminó la relación, todo lo que se construyó, se expresó, se entregó fue con amor y el final de la misma no debería desconocerlo.
Así como no puedes borrar su historia, lo que vivieron, el amor que compartieron, no deberías regresarle todo lo que te entregó con el corazón, seamos más empáticos y elijamos una forma más amigable de finalizar un ciclo.
💕Con amor y pecas,
Sheyla.
