Me quedó sonando algo que dijo una amiga una vez y que comparto totalmente: “Yo siempre pregunto ¿estás en una relación? antes de que pase algo, y no es porque quiero que sea el amor de mi vida, es porque si detrás de lo que vaya a pasar, así sea un beso, le va a causar sufrimiento a una mujer, no quiero ser cómplice de eso”.
Y es que definitivamente hay cosas que han dejado de ser obvias. Las personas han tomado alguna maestría en ocultarse tras una máscara que les permite apropiarse de diferentes personalidades, pero lastimando a aquellas personas que le quieren.
Sigo sin entender por qué alguien elegiría darle la espalda al amor que dice sentir por una persona e ir por ahí conociendo a otras ocultando la relación que ya tiene, como aquellas personas casadas sean hombres o mujeres que ante un desconocido que les causa quizás curiosidad/interés eligen quitarse el anillo de bodas y omitir el compromiso que aceptaron.
La verdad, es que todos entendemos que los sentimientos pueden fortalecerse, transformarse o terminarse, pero algunas personas eligen simplemente omitirlos en determinadas situaciones. Ser conscientes de tales posibilidades/realidades nos permite reconocer que somos humanos y que amar a alguien es una elección. Además, que traicionar es una decisión unilateral, porque quien lo hace siempre tuvo la opción de sentarse con su pareja y expresar lo que quería/sentía.
Así que estando las cosas como están, tenemos que hacer preguntas como la de mi amiga para evitar estar en un lugar donde realmente no seremos apreciadas y evitar ponernos en una posición de complicidad donde lastimaremos a una mujer que aunque no conozcamos entendemos lo que tal traición podría herirla.
Definitivamente la invitación sigue siendo que seamos sinceros con nosotros mismos y con nuestras parejas, construyendo así relaciones más honestas, más comprometidas y encaminadas a una vida en común sin engaños.
Con amor y pecas,
Sheyla.