“…Aquella noche dormimos abrazados, pero antes jugamos a eso tan peligroso que las parejas gustan de probar alguna vez: hacerse promesas. Y nos prometimos no dejar nunca de gustarnos como éramos, que no se nos olvidaría jamás cómo hacer sentir feliz al otro, que siempre nos respetaríamos y que el resto de las noches de nuestra vida las pasaríamos hundidos él en mí y yo en él. Y vaya por Dios, no cumplimos ni una.”
-Persiguiendo a Silvia, Elísabet Benavent-
¿Somos conscientes de las promesas que se quedan sin cumplir o que rompemos en el camino
de vivir/construir una relación?
¿Deberíamos dejar de hacerlas? Pero ¿Cómo podríamos construir relaciones sin ellas?
Una promesa en este contexto es una declaración de amor, de compromiso hacia el otro. Puede que en más ocasiones de las que quisiéramos reconocer, esas promesas se rompen, pero cuando se cumplen generan confianza y lazos que nos fortalecen y nos permiten continuar de la mano del otro.
Hacemos promesas en diferentes etapas de la relación, pero las realizadas en el altar tienden a ser más vinculantes, los votos sellan el camino de una vida en común y tienen la flexibilidad de ser personalizadas por cada pareja. En ocasiones no se elige hacerlo, pero considero que es una oportunidad única para hacerlas de corazón poniéndole nuestro toque personal, no es necesario hacerla en el momento del altar, conozco parejas que una vez en la noche de bodas o en la luna de miel hacen sus promesas en su privacidad.
Sin importar el momento, de seguro estaremos de acuerdo en que son necesarias y más que hacerlas, poder cumplirlas, y para hacerlo debemos tenerlas presentes, por ejemplo, hay escenas en la trilogía 50 sombras de Grey donde ante algunos momentos difíciles, se recuerdan sus votos y les ayuda a transitarlos de una forma respaldada y favorable.
Sería maravilloso que esas promesas estuvieran en una placa en su mesita de noche, al lado de una foto vuestra como un recordatorio de amor tanto en los días llenos de luz, como en aquellos llenos de incertidumbre y desafíos, de modo que puedan tener siempre presente lo que los unió y por qué es importante continuar cosechando una vida en común llena de amor, fe, comprensión, respeto y entendimiento.
Amores, que podamos ser consecuentes con el amor que sentimos y con las promesas que hacemos, que sean nuestros actos los que reafirmen nuestras elecciones.
💕 Con amor y pecas,
Sheyla.
