Llegó DICIEMBRE y con él la expectativa de todo un mes lleno de magia y nuevos comienzos, pero para disfrutarlo es necesario cerrar aquellos ciclos que nos mantienen estancados, especialmente por razones del corazón. Tenemos que dejar ir ese compilado de momentos vividos impregnados de sentimientos agradables o no, a los cuales nos apegamos.
Sabemos que no es un asunto fácil, pero es más doloroso quedarse reviviendo una relación y/o un momento que aunque fue lindo te ha lastimado y que aún lo sigue haciendo, por miedo quizás a hacerle frente a lo que significa soltar o por no saber hacerlo.
Y es que aunque es muy famosa y en muchos casos acertada la frase “la esperanza es lo último que se pierde”, en palabras de la psicóloga Silvia Vidal, <a veces es necesario perderla y ser realistas para saber cuándo dejar de insistir y poder avanzar>.
Una sugerencia que hace Silvia en estos casos es, escribir todas las razones por las cuales quieres cerrar el ciclo. Lo que te puede ayudar a expresar libremente todo lo que sientes al respecto y percibir situaciones/hechos con más claridad. Darte tiempo para pensarlo hasta tener claro el por qué de esa decisión: analiza bien las posibles consecuencias o reacciones de la misma. Pregúntate qué es lo peor que puede pasar y, si sucede, ¿cómo reaccionarías? En caso de que aparezca el arrepentimiento, plantéate qué deberías recordarte al respecto para no flaquear en ese proceso de soltar.
Y OJO, soltar/avanzar no es necesariamente igual a olvidar. Este proceso de cerrar ciclos es compatible con recordar lo vivido, pero ya no asociado al dolor o a la decepción, sino asimilando la pérdida como lo que es, un aprendizaje de un momento de tu vida, logrando así sentirte en paz por lo que fue y agradecer haberlo vivido, porque si algo te entristece cuando termina, debe haber sido maravilloso cuando sucedía.
Así que te invito a dejar ir todo aquello que no te permite disfrutar con libertad de nuevas experiencias.
Con amor y pecas,
Sheyla.