Amor y Pecas

Hablemos sobre expectativas…

Soñamos con que nuestras parejas admiren a las mujeres independientes, fuertes y sensibles que somos. Queremos a alguien que comparta nuestros sueños, que nos apoye en el camino a cumplirlos y que, en ese recorrido, con sus subidas y bajadas, se convierta en nuestro fan número uno. Pero seamos sinceras, esa admiración no solo la queremos a nivel romántico e intelectual, también queremos ser miradas con admiración física, con deseo descontrolado y que se mueran por complacernos. ¡Cuidado! Aquí hay un punto… ¿Ellos realmente se mueren por complacernos? La experiencia ha demostrado, que tal vez esa, no es precisamente la motivación principal de la mayoría de los hombres…

El género masculino actúa más por instinto que el femenino, y por esto, además de otras cuestiones de tipo social y tradicional como el machismo, es que muchas mujeres no logran sentirse satisfechas en sus relaciones sexuales, esto, si nos referimos a relaciones heterosexuales, puesto que, se ha demostrado que, en las relaciones lésbicas, es más probable que las mujeres lleguen a experimentar un orgasmo.

Es por eso, que necesitamos que los hombres comprendan que la intimidad va más allá de la penetración, que hay unos momentos preliminares supremamente importantes para lograr ese entendimiento en la intimidad y el alcance de la satisfacción mutua; ya que muchos hombres están tan concentrados en su propio placer, que olvidan que no es solo por ello, que debe ser una experiencia compartida, de conexión mutua, sin importar que sea un encuentro casual o con un compromiso de por medio, en donde estar con esa persona ya hace parte del día a día, porque el tiempo no tiene tanta relevancia en este aspecto, ni con quién lo compartamos, cuando lo que se quiere es disfrutar de ese momento de atracción indescriptible, de deseo descontrolado y de concentrarse únicamente en ese presente.  

Queremos que se esfuercen en mantener encendida la llama de la pasión, que antes de cualquier contacto físico, nos devoren con la mirada y luego, que nos toquen con devoción, que se tomen el tiempo de conocer lo que nos gusta, lo que nos mueve y nos lleva a la cima de la sensualidad, erotismo y el tan esperado clímax. Sin dejar de lado que se requiere de un entendimiento propio en cada aspecto para poder compartir y disfrutar plenamente, porque aunque no es una obligación ni un deber alcanzar siempre el orgasmo, todos los merecemos.

Así que chicas, somos las constructoras de nuestro presente y nuestro futuro, no dejemos que nada ni nadie haga que seamos infieles a lo que verdaderamente queremos ser y esperamos recibir. NO bajemos nuestras expectativas porque el panorama se vea triste, estoy segura que encontraremos ese amor que tanto deseamos, a nuestro/a fan número uno, en la vida y en la cama…

Mientras tanto, vivamos alegres, disfrutemos el ahora, hagamos cambios, tengamos aventuras, avancemos y convirtámonos en la mejor versión de nosotras, transformándonos poco a poco en las mujeres que queremos ser, porque estoy convencida que si nos encontramos a nosotras, reconociendo lo que nos gusta, lo que no, en qué nos permitimos ceder y en que NO, tajantemente, cuando conozcamos a alguien le otorgaremos más valor al tiempo, ya que si no es lo que queremos, podremos decir ¡adiós! sin remordimiento, sin dudas, con la tranquilidad y certeza de que es lo correcto, permitiéndonos continuar hacia nuevos caminos y nuevas experiencias, mientras nos acercamos cada vez más, a la consecución de esos sueños, aquellos que cumplan con cada expectativa.


Con amor y pecas,

Sheyla.

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