눈물의 여왕
Serie surcoreana, 2024
Viendo la serie coreana La reina de las lágrimas, es inevitable sonreír cuando dos personas que se habían acostumbrado a cierta distancia se redescubren mutuamente y comienzan a comprender que aún están enamorados. ¿Pero cómo es posible? El sentimiento, sin duda, ha estado presente y los ha acompañado a lo largo de los años, aunque de manera sutil y cautelosa debido a la distancia autoimpuesta. Esto no es de extrañarnos, ya que sabemos que el amor requiere ser cuidado, cultivado, atesorado y renovado constantemente.
Y una de las cosas más lindas de la serie es poder ser cómplices de cómo los personajes vuelven a maravillarse con los pequeños detalles, cosas que pasado cierto tiempo podrían percibirse erróneamente como nimiedades; como el hecho de sorprenderse embelesados viendo al otro fijamente y sonreír al mismo tiempo, preocuparse por si está bien, si tose, se cae, se quema y demás, sobrecogidos con el deseo de querer besarle, sentir cómo palpita el corazón cuando algo le hace feliz, en fin, sorprenderse por pensar en el otro con intención, cuando ya se había creído que la solución sería el divorcio.
Amores, no esperemos a que ocurra un suceso grave para valorar verdaderamente a la persona con quien hemos decidido compartir la vida. No desperdiciemos momentos que nunca recuperaremos debido a la autocomplacencia, la testarudez y la bobada.
Al igual que en otras áreas de nuestra vida, esforcémonos y seamos perseverantes en el amor, nuestro amor. Coincidir con alguien especial no es tarea fácil, pero cuando se logra, se convierte en una bendición invaluable. Depende de nosotros tomar acciones para fortalecerlo y hacerlo duradero con el tiempo.
Cultivar un amor duradero exige un compromiso constante y una dedicación consciente.
💕 Con amor y pecas,
Sheyla.
