Libro: Adivina quién soy esta noche
Megan Maxwell, 2014

En un momento vas en una dirección seguro de que es la mejor elección, pero al otro segundo te sorprendes dando media vuelta y dando los pasos que te acercan a lo que de verdad quieres…
-Nunca, en mis treinta y siete años de vida, ninguna mujer me ha tratado como lo has hecho tú, ni me ha hecho sentir lo que me haces sentir tú, caprichosa. Pero acabo de dar dos pasos. Uno para regresar a tu camarote y otro para acercarme a ti. No sé por qué lo he hecho, pero el caso es que aquí estoy y no me quiero ir solo.
Mi corazón bombea enloquecido. Ambos estamos en la misma espiral de sentimientos y, dando un paso hacia él, me acerco, le rodeo el cuello con los brazos y murmuro:
-Nunca, en mis veintiséis años de vida, ningún hombre me ha hablado como tú, ni me ha hecho sentir lo que me haces sentir tú. Pero acabo de dar dos pasos. Uno para acercarme a ti y otro para abrazarte. Y quiero que sepas que, si no hubieras vuelto, iba a salir yo a buscarte, porque no quiero estar sin ti.
¿Qué pasos estás dispuesto a dar por la persona que quieres/te gusta?
Esta elección también aplica para aquellas historias inconclusas porque… ¿qué haces cuando no puedes dar el paso que quiere tu corazón, porque darlo sería desconocer muchas cosas?
En situaciones como esta, una elección entre tantas, sería esperar y permitir que sea la otra persona la que decida sin presión, como en la serie de Netflix: Valeria, en aquella escena con el escritor Bruno con quien estaba iniciando una relación; Bruno no se marcha con ella, así que le pregunta si la está dejando y su respuesta es “No. Estoy haciendo el mayor acto de amor que puedo hacer, te dejo decidir en libertad”; y otra elección podría ser dar un paso lejos de esa historia, para acercarnos a un lugar donde podremos reinventarnos y tomar nuevos caminos.
También hay una variedad infinita de opciones respecto a pasos que podemos elegir. Y siguiendo la línea del libro, aquí hay algunas:
Quiero dar dos pasos.
Uno para acercarme y otro para conocerte.
Uno para decirte que me gustas y otro para robarte un beso.
Uno para hacerte sonreír y otro para quererte.
Uno para abrir mi corazón y otro para conocerte.
Uno para decir lo siento y otro para prometerte que nada tendrá más importancia que nosotros.
Sigamos dando pasos hacia las personas que queremos o aquellas personas que están comenzando a ser importantes en nuestras vidas, permitirnos sentir siempre será lo correcto.
🧡 Con amor y pecas,
Sheyla.